Miguel Barrera, un chef con estrella que decidió continuar con el negocio familiar.
De sus recuerdos de la infancia, Miguel relata haber crecido siempre rodeado de cazuelas y sartenes, entre los fogones del restaurante que sus padres fundaron en 1973 en Vall d’Alba bajo el nombre de El Paraíso. Allí fue dónde empezó a encontrar su verdadera pasión, la cocina, dónde aprendió de ellos todo lo que hoy en día sabe sobre el mundo de la restauración y la gastronomía.